Raquel Pérez Hernández

Fotografía de Raquel Pérez Hernández, autora del poemario "Lagas", 2025.

Raquel Pérez Hernández, nacida en Sevilla en 1997, es una mujer energética con inquietudes de todos los tamaños y formas. Derecho espacial, teatro, ciberseguridad, operaciones de paz, ciencias políticas, lucha olímpica o artes marciales mixtas son solo algunas de las disciplinas que hacen de Raquel una persona ecléctica.

Gracias a tener la cabeza llena de planetas, ha trabajado en la Agencia Espacial Europea y ha estudiado en la Universidad Carlos III de Madrid, pero también en la Escuela de Guerra o de la Comisión Europea.

Raquel es de esas personas que vive con un pie en el pasado, nostálgica y sensible a lo humano y a la Luna, pero a la vez soñadora, pues no puede evitar imaginar nuestra futura vida en Marte. Metro cincuenta y siete (y medio) la convierten en un pequeño torbellino de vivencias por el que merece la pena dejarse llevar.

Es autora del poemario Versos de amor y otros besos fúnebres (Olé Libros, 2023).

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Llagas

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Poesía

El cartucho de tinta se vacía, y tengo que rellenarlo con mi propia sangre. No puedo evitar mancharme. Me ducho, y por más que froto no consigo borrarme la suciedad del alma. ¿Quién decidió llamarla alcachofa y no nube? Pienso y escribo compulsivamente, pero soy zurda, y se corren la tinta y la sangre y me mancho. La ducha no puede salvarme. Es la pescadilla, esa que se muerde la cola, es culpa de la tinta, o quizás no es nada. En la vida parece que nunca nada es algo.

Soy pequeña y sospecho que insignificante. La ciudad me come, mi corazón cada vez adquiere un tono más grisáceo. No sé en qué momento olvidé que vivimos en un reloj de arena y que la vida se nos escapa entre jadeos, de dolor o de placer —da igual—. Quizás todo empezó cuando dejamos de observar las estrellas y de recordar a nuestros antepasados.

Atrapados en la cárcel sin ventanas de nuestra mente, estamos solos y terriblemente acompañados. Tumbada en la cama, mi féretro, me pregunto por la existencia, por la muerte, y maldigo la tristeza de los domingos por la tarde. Por si esto fuera poco, cuando me atrevo a preguntarme quién soy, solo responde el silencio.

Preguntas sin respuesta, duchas existencialistas, quimeras sin rostro nos acechan. Caen los granos de arena. Silencio, silencio, silencio.

***

© Raquel Pérez Hernández, 2025.
© Llagas.
© ALIAR 2015 Ediciones S.L.