«Portavoz de la miseria»:

En un pequeño pueblo lleno de tradiciones y extrema humildad nació Leticia, quien despojada de su dignidad y abandonada en una gran ciudad emprende una terrible aventura en la que se enfrenta al desprecio de la gente que se aprovecha de su buena voluntad.
Leticia armada ante la vida con una gran sonrisa y lágrimas de esperanza, vive una huida constante para encontrar una breve tregua a este calvario de vida, con sus brazos rotos protege a sus hijos de la intemperie, con su sórdida mirada denuncia lo que es ser una mercancía humana.

La dolorosa despedida de su madre, la pérdida de su pequeño hijo y algunas circunstancias en las que la vida prueba de qué estamos hechos, deja a esta mujer indígena encontrarse con su alma. Lety, sin recibir nada a cambio, siempre esperaba una sonrisa que le curara el alma y con impaciencia me decía:
—Chale mi güero, cuando todo esto termine tú crees que haya un lugar para mí.
Yo solo podía decirle que sí, porque su último sueño era el mío.

© Óscar Fernández, 2019.
© Portavoz de la miseria.

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