Enrique Palma Marín, nace un mes de julio en el seno de una familia humilde de la ciudad de Federico García Lorca, donde las sombras alargadas de la Alhambra abrazan a los enamorados, Granada. “Nunca vi Granada. Venid los que nunca fuisteis a Granada” de Rafael Alberti. Su padre, republicano, se ve obligado a exiliarse en Francia donde ya tenía otro hermano. Es criado por su madre en las más duras condiciones de la época y muy pronto se vería privado de ella. Alberga en su interior la lucha obrera a la que se dedicó construyendo y militando en Comisiones Obreras y en el Partido Comunista de España. Encarcelado y procesado por el franquismo en 1975 con 11 años y un día de cárcel, la amnistía del 1976 lo puso en libertad. En 1985 también fue procesado porque se le responsabilizó de la huelga que los trabajadores de la construcción llevaron a cabo en 1984 bajo la presidencia en el gobierno de Felipe González, fue condenado a 6 meses y un día de cárcel en plena “democracia”, recibiendo el apoyo de los trabajadores con una huelga general en Granada. Formó parte de los creadores de IU en representación del partido en el que militaba, el PCPE, por el que se presenta a las elecciones a la Junta de Andalucía en 1986 incluido en las listas de Izquierda Unida Convocatoria por Andalucía, donde salió elegido como diputado al Parlamento andaluz. Padre de tres hijos, defensor de las mujeres y los niños, la justicia social y la lucha de clases. Aficionado a la construcción de maquetas de barcos, dueño de un perro y actualmente apasionado por escribir, sobre el amor, la libertad y los derechos humanos. Un revolucionario que lleva a sus espaldas el peso de la lucha social, un enamorado del amor, la libertad y la igualdad.